En el mundo, la tenencia responsable de mascotas es un tema crucial debido al impacto ambiental y sanitario que generan las heces de perros. Un perro produce en promedio 600 gramos de materia fecal diaria, lo que, multiplicado por los millones de canes en el país, representa un desafío significativo. A continuación, exploramos las mejores formas de deshacerse de las heces de manera responsable, cuidando la salud pública y el medio ambiente.
La importancia de recoger las heces

Dejar las heces de perros en la vía pública no solo es una falta de civismo, sino un riesgo sanitario. Estos desechos contienen patógenos como bacterias, virus y parásitos, incluyendo el Toxocara canis, que puede causar toxocariosis, una enfermedad que afecta órganos como los ojos, el hígado o el sistema nervioso. Además, al degradarse al aire libre, las heces liberan partículas que el viento dispersa, pudiendo provocar problemas gastrointestinales, respiratorios, oftálmicos y cutáneos. Recogerlas evita la proliferación de insectos, roedores y malos olores, mejorando la calidad de vida en espacios urbanos.
Métodos para desechar las heces
Existen varias formas prácticas y ecológicas para manejar los desechos de tu mascota:
- Uso del inodoro: Una de las opciones más recomendadas es recoger las heces con papel higiénico o una bolsa biodegradable y tirarlas en el excusado. Esto permite que los desechos lleguen al sistema de aguas negras, donde reciben tratamiento adecuado. Es importante no desechar bolsas de plástico no biodegradables en el inodoro, ya que pueden obstruir las tuberías.
- Bolsas biodegradables: Cuando pasees a tu perro, utiliza bolsas compostables o biodegradables para recoger las heces. Estas deben depositarse en el contenedor de residuos orgánicos (generalmente de color gris). Aunque las bolsas compostables son amigables con el medio ambiente, las heces no deben ir al contenedor de reciclaje, ya que contienen microorganismos que pueden contaminar.
- Compostaje especializado: Iniciativas como “Hagamos Poposta” recolectan heces para convertirlas en composta, un fertilizante natural. Este proceso requiere un manejo profesional para eliminar patógenos, por lo que no se recomienda hacer compost casero con heces de perro, ya que puede ser riesgoso para la salud.
- Pinzas o palas recogedoras: Para quienes prefieren no tocar las heces, incluso con bolsa, las pinzas o palas son una alternativa higiénica. Los desechos recogidos deben depositarse en el inodoro o en un contenedor de basura orgánica.
Consejos adicionales para una tenencia responsable

- Limpieza en la vía pública: Si las heces son blandas, utiliza aserrín o tierra para facilitar su recolección. También puedes llevar una botella con agua y vinagre para limpiar el área y reducir olores.
- Dieta adecuada: Alimentar a tu perro con croquetas de calidad reduce la cantidad de parásitos en sus heces y facilita la recolección al producir desechos más firmes.
- Desparasitación y vacunación: Mantener a tu mascota al día con su esquema médico disminuye el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas.
- Evita las coladeras: Nunca deseches heces en coladeras, ya que están diseñadas solo para agua de lluvia y pueden causar inundaciones.
Iniciativas innovadoras
Las heces pueden tener un impacto positivo si se manejan correctamente. Este programa produce una tonelada mensual de composta que enriquece los suelos de áreas verdes. Participar en estas iniciativas no solo ayuda al medio ambiente, sino que fomenta una cultura de responsabilidad.
Consecuencias de no recoger las heces
Además de las multas, que pueden incluir trabajo comunitario, no recoger las heces contribuye a la contaminación de suelos, agua y aire. En México, como ejemplo, donde el 70% de los 23 millones de perros están en situación de calle, el problema se agrava. La falta de un sistema especializado para manejar estos desechos resalta la importancia de la acción individual.
Conclusión
Ser un dueño responsable implica más que alimentar y pasear a tu perro; requiere acciones conscientes para proteger la salud pública y el medio ambiente. Recoger y desechar adecuadamente las heces de tu mascota es una tarea sencilla que marca la diferencia. Con opciones como el uso del inodoro, bolsas biodegradables y programas de compostaje, no hay excusa para no contribuir a una ciudad más limpia y saludable. Adoptar estas prácticas no solo evita sanciones, sino que construye una convivencia armónica entre humanos, mascotas y su entorno.