Las deudas con instituciones federales, como préstamos estudiantiles o impuestos atrasados, pueden obstaculizar el proceso de naturalización en Estados Unidos, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Aunque no hay una prohibición directa, el incumplimiento financiero puede interpretarse como falta de “buen carácter moral”, un requisito clave para obtener la ciudadanía.
El USCIS evalúa el historial financiero del solicitante durante los últimos cinco años (o tres si está casado con un ciudadano estadounidense). Deudas significativas, especialmente si no se han abordado, pueden generar rechazo. Por ejemplo, la morosidad en préstamos estudiantiles federales, que afectan a 45 millones de estadounidenses con un total de 1.6 billones de dólares, es un factor común de preocupación.
Para evitar problemas, se recomienda ponerse al día con los pagos o negociar planes de pago con la institución acreedora. Presentar evidencia de estos acuerdos al USCIS, como comprobantes de pago o planes de reembolso, puede demostrar compromiso y responsabilidad, fortaleciendo la solicitud.
Otro aspecto crítico es la declaración de impuestos. No presentarlas o tener deudas fiscales pendientes con el IRS puede ser motivo de denegación. Los solicitantes deben asegurarse de cumplir con todas las obligaciones tributarias antes de aplicar, ya que el USCIS verifica estos registros.
Casos especiales, como deudas por manutención infantil, también son relevantes. Ponerse al día o establecer un plan de pago aceptado por las autoridades puede mitigar el impacto en la evaluación de carácter moral. Los expertos sugieren consultar con un abogado de inmigración para preparar la solicitud adecuadamente.
En resumen, gestionar proactivamente las deudas federales y mantener un historial financiero claro son pasos esenciales para no perder la oportunidad de obtener la ciudadanía estadounidense. La preparación y la transparencia con el USCIS son clave para un proceso exitoso.