Las picaduras de mosquitos, además de causar hinchazón e irritación, pueden transmitir enfermedades graves como el virus del Zika, la malaria o el virus del Nilo Occidental, según la Clínica Mayo. Para evitarlas, entomólogos y expertos en control de plagas comparten con Martha Stewart estrategias prácticas que ayudan a repeler mosquitos y reducir su presencia, especialmente en las noches de verano.
Eliminar el agua estancada es clave, ya que los mosquitos necesitan este medio para reproducirse, explica Allan Bossel, exterminador certificado. Cambiar el agua de bebederos de mascotas y drenar depósitos con más de 24 horas de estancamiento previene su proliferación. Además, limitar el tiempo al aire libre durante el amanecer y atardecer, cuando los mosquitos son más activos, y usar repelentes aprobados por la EPA o ropa protectora, reduce el riesgo de picaduras.
Instalar deshumidificadores cerca de ventanas y puertas, o usar velas y plantas de citronela, son medidas efectivas. “Los mosquitos prosperan en ambientes húmedos”, señala el entomólogo Trent Frazer, mientras que Kris Bagnara destaca que el olor cítrico de la citronela los ahuyenta. Rociar el jardín con insecticidas específicos, siguiendo las instrucciones, o colgar cajas para murciélagos, que actúan como depredadores naturales, también son opciones viables.
Por último, añadir ventiladores mejora la circulación del aire, dificultando el vuelo de los mosquitos. “No son buenos voladores y el movimiento del aire los desorienta”, explica Bossel. Estas estrategias, desde repelentes hasta soluciones naturales, permiten disfrutar del verano con menos molestias y riesgos.
