La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) declaró este lunes que la muerte del comunero Efraín Fueres el pasado domingo, 28 de septiembre, en el contexto del paro nacional, fue un “crimen de Estado” que “no puede quedar en la impunidad”.
En una rueda de prensa, Marlon Vargas, presidente de la CONAIE, responsabilizó al gobierno del presidente Daniel Noboa, a los ministros de Defensa y del Interior, y al Estado ecuatoriano por la muerte de Fueres.
Vargas exigió la intervención de organismos internacionales de derechos humanos y demandó:
“Que se disponga de inmediato una investigación independiente, imparcial y transparente que esclarezca los hechos y sancione a los responsables materiales e intelectuales”.
El líder indígena también exigió al Ejecutivo el “cese inmediato al fuego y el cese a la masacre de nuestros pueblos, y la ciudadanía. No mas persecución, no mas represión, no mas sangre derramada”.
La Fiscalía informó que ese mismo domingo inició una investigación previa del hecho, y que se encuentra avanzando en las primeras diligencias.