Corea del Norte, a menudo asociada con restricciones y aislamiento, busca proyectar una imagen de modernidad con la apertura del lujoso resort Wonsan-Kalma en junio de 2025. Este proyecto, impulsado por Kim Jong Un, pretende atraer turistas, principalmente de Rusia, en un país que reabrió sus puertas tras años de cierre por la pandemia. Sin embargo, las estrictas limitaciones para visitantes persisten, alimentando mitos sobre la vida en esta nación asiática.
El bloguero ruso Stas Natanzon, quien visitó el país, describe una realidad que contrasta con las percepciones de hambruna. Aunque la vida es modesta, asegura que “el 99% de los mitos son inventados” y destaca la existencia de tiendas con variedad de productos. “No es un país rico, pero no hay hambruna; cada pedazo de tierra está cultivado al máximo”, relata, desmintiendo ideas preconcebidas sobre la escasez alimentaria.
La pulcritud es otro aspecto que sorprende a Natanzon. “No hay basura, ni un papel en el suelo, todo está impecable”, describe, resaltando el orden visual y la mentalidad norcoreana hacia la limpieza. Sin embargo, al comparar con Rusia, nota contrastes como carreteras en mal estado. Estas observaciones reflejan un país que, aunque restringido y opaco, busca desafiar estereotipos con una imagen de control y modernidad.