El Gobierno de Costa Rica, liderado por el presidente Rodrigo Chaves, anunció una alianza con El Salvador para construir una nueva cárcel inspirada en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la megacárcel diseñada bajo la administración de Nayib Bukele. La prisión, destinada a albergar a 5,000 reclusos, tendrá un costo estimado de 35 millones de dólares, una reducción significativa frente a los 60 millones iniciales gracias a la cooperación salvadoreña, que incluye diseños, planos y procesos de construcción.
Durante una inspección al Centro Penitenciario La Reforma, Chaves destacó los avances en seguridad carcelaria desde la visita de Bukele en septiembre de 2024, como la eliminación de comercios internos, el aumento de cupos de máxima seguridad de 80 a 1,000 y la implementación de escáneres móviles. “Se trata de proteger los derechos de las víctimas”, afirmó el mandatario, acompañado por el ministro de Justicia, Gerald Campos, quien detalló que el proyecto estará listo en 195 días desde el inicio de la construcción, una vez asegurado el financiamiento.
La alianza incluye cooperación recíproca en disciplina, seguridad y reinserción social, aunque Chaves criticó las leyes costarricenses “de alcahuetería” que, según él, limitan la efectividad del sistema penal desde 1998. Sin embargo, las nuevas restricciones en las cárceles han generado protestas de familiares de reclusos, quienes denuncian violaciones a derechos básicos, como visitas y encomiendas, según declaraciones a la prensa.
El modelo del CECOT, conocido por su alta seguridad y capacidad para 40,000 presos, ha sido clave en la reducción de homicidios en El Salvador, pero también ha enfrentado críticas por presuntas violaciones a derechos humanos. Costa Rica, que registró una tasa de 17.2 asesinatos por cada 100,000 habitantes en 2023, busca replicar este enfoque para combatir la violencia ligada al narcotráfico, aunque enfrenta retos legales y sociales para su implementación.