Más de 69 millones de estadounidenses dependen de la Seguridad Social y 68 millones están inscritos en Medicare, el seguro de salud para mayores de 65 años y personas con discapacidades. Sin embargo, ambos programas enfrentan un futuro incierto debido a proyecciones financieras preocupantes que adelantan el agotamiento de sus fondos.
Según recientes informes, el fondo de seguro hospitalario de Medicare podría agotarse en 2033, mientras que los fondos de la Seguridad Social, que cubren beneficios por vejez e invalidez, no podrán pagar la totalidad de los beneficios a partir de 2034. Esto representa un año de adelanto respecto a estimaciones previas, generando alarma entre beneficiarios y expertos.
La depleción de estos fondos implicaría que Medicare solo cubriría el 89 % de los costos hospitalarios, afectando servicios como cuidados paliativos y atención domiciliaria. A pesar de la urgencia de reformas para garantizar la sostenibilidad, las soluciones son políticamente sensibles y suelen postergarse, mientras la población envejecida de EE. UU. ejerce mayor presión sobre estos programas esenciales.
