La derrota en la final de la Europa League 2025 ha sido el punto de quiebre para el Manchester United, que cierra una de sus temporadas más oscuras en lo deportivo, económico e institucional. El equipo inglés cayó ante el Tottenham Hotspur en San Mamés, lo que no solo dejó a los ‘red devils’ sin trofeos, sino también sin la ansiada clasificación a la Champions League 2025/26.
El impacto de esta derrota va más allá del resultado deportivo. La clasificación al torneo continental habría significado un ingreso directo de más de 100 millones de libras, una suma vital para un club que atraviesa una delicada situación financiera. Ahora, con las cuentas en rojo y un proyecto deportivo cuestionado, el club se ve obligado a tomar medidas drásticas.
Una plantilla en riesgo de desmantelamiento
Según el diario británico The Mirror, la directiva del Manchester United, encabezada por Sir Jim Ratcliffe, contempla la venta de hasta la mitad del plantel profesional. Incluso jugadores que en el pasado eran considerados intransferibles o pilares del proyecto están en la lista de posibles salidas.
Entre los nombres que podrían abandonar Old Trafford destacan figuras como Bruno Fernandes, Casemiro, Kobbie Mainoo, Luke Shaw, Harry Maguire, André Onana y el joven argentino Alejandro Garnacho, quien calificó la temporada de forma contundente como “una mierda”.
El club finalizó 16º en la Premier League, una posición impropia para una institución de su envergadura, y el fracaso en Europa selló un curso desastroso que ha dejado secuelas en el vestuario y en la afición.
Colapso económico y dudas sobre el banquillo
El valor de las acciones del Manchester United ha caído más del 60% desde que Ratcliffe asumió parte del control del club. A esto se suma la incertidumbre en el cuerpo técnico. El actual entrenador, Rúben Amorim, dejó entrever su posible salida en declaraciones tras la final: “En este momento no voy a estar aquí defendiéndome. No es mi estilo. No puedo hacerlo. Es muy difícil para mí”.
¿Renovación total en Old Trafford?
Todo apunta a que el Manchester United afrontará una reestructuración profunda durante el mercado de verano. Con la necesidad urgente de sanear las finanzas y recuperar competitividad, el club podría vivir una revolución tanto en la plantilla como en la dirección técnica.
La caída en Bilbao no solo acabó con el último sueño de una temporada salvable, también encendió las alarmas en todos los niveles del club. El gigante dormido del fútbol inglés se enfrenta ahora a su mayor reto: reconstruirse desde las ruinas.
