La UEFA Champions League no solo representa el torneo de clubes más prestigioso del planeta, también es sinónimo de espectáculo, exigencia… y muy buenos pagos, incluso para quienes no tocan el balón: los árbitros.
Según los datos, los jueces en las fases finales del torneo europeo reciben cifras nada despreciables por su labor. En los Octavos de Final, cada árbitro central cobra 6.000 euros por encuentro. La cifra sube a 7.500 euros cuando se trata de Cuartos de Final o Semifinales, y alcanza su punto máximo en la gran final, donde el juez principal puede llevarse 10.000 euros por 90 minutos (o más) de trabajo bajo la presión máxima.
Estas cifras aplican únicamente para los árbitros centrales de categoría élite UEFA, un grupo reducido de jueces con experiencia internacional comprobada y formación continua que son seleccionados rigurosamente para los encuentros más determinantes del fútbol europeo.
Este nivel de remuneración responde no solo al nivel técnico que exige la competición, sino también a la exposición mediática y al grado de responsabilidad que conlleva cada decisión en un torneo que mueve millones de euros y que es seguido por millones de espectadores en todo el mundo.
Los árbitros asistentes también reciben pagos considerables, aunque por debajo del juez central, mientras que el equipo del VAR tiene su propia tabla de compensaciones.
La cifra, aunque elevada, refleja la dimensión de un torneo que lo exige todo, también de quienes imparten justicia entre gigantes del fútbol mundial.