Durante un operativo de control en la terminal terrestre de Popayán, Colombia, la Policía local detuvo a cuatro mujeres ecuatorianas oriundas de Otavalo, quienes transportaban 4.070 proyectiles calibre 5.56 ocultos entre cajas de mini gelatinas y dulces. Las detenidas viajaban en un bus público que cubría la ruta Pasto–Medellín y habían camuflado las municiones en la localidad de Remolinos, en Nariño.
Según las autoridades, los proyectiles de origen ecuatoriano estaban destinados posiblemente a grupos criminales en el Valle de Aburrá o al Clan del Golfo. La Fiscalía colombiana las procesará por tráfico de municiones, un delito que puede ser sancionado con penas de 9 a 12 años de prisión.

Las investigaciones continúan para identificar a los responsables detrás de esta operación, que podría estar vinculada a una organización transnacional dedicada al tráfico de armas y municiones en la frontera entre Ecuador y Colombia.