El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, denunció el 27 de agosto de 2025 que el envío de buques militares estadounidenses al Caribe, cerca de Venezuela, representa un “grave peligro” para la paz regional. En redes sociales, calificó la acción como un intento de EE.UU. de reimponer su dominio en América Latina bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.
La Casa Blanca anunció el despliegue de 4.000 agentes, principalmente infantes de Marina, junto con aviones, barcos y lanzamisiles en el sur del Caribe, según CNN. Además, duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por la captura del presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusado de violar leyes antidrogas de EE.UU.
Cuba, aliada de Venezuela, considera estas acciones “amenazas imperialistas” destinadas a sabotear el desarrollo de Caracas. Rodríguez señaló que el despliegue responde a intereses de “políticos corruptos” como el secretario de Estado, Marco Rubio, intensificando las tensiones en la región.