En un mundo donde las amistades de Hollywood suelen ser efímeras, la conexión entre Dakota Fanning y Tom Cruise brilla como un clásico de culto. La actriz, que saltó a la fama de niña, reveló en una entrevista reciente el detalle más tierno de su relación con el eterno “Misión Imposible”: un regalo anual que llega puntual como un reloj suizo, y que ha marcado sus cumpleaños desde hace dos décadas. ¿De qué se trata? Unos zapatos elegantes, porque, como dice Fanning, “es así de simple”.
Todo comenzó en 2005, cuando una Dakota de apenas 10 años compartió créditos con Cruise en La guerra de los mundos de Steven Spielberg. Ella daba vida a Rachel Ferrier, la hija valiente de Ray (Cruise), en una trama apocalíptica que forjó un lazo casi paternal entre ambos. Desde entonces, cada año, sin falta, Cruise envía un par de zapatos a la medida perfecta. En su aparición en Watch What Happens Live con Andy Cohen el 6 de noviembre, Fanning disipó los rumores con una sonrisa: “Sí, lo hace. Son unos zapatos muy bonitos… Él siempre me regala zapatos… Son zapatos bonitos”. Y no es exageración: el astro acierta con el número exacto, año tras año, demostrando una atención al detalle que va más allá de lo profesional.
Pero la historia no para ahí. Retrocediendo al 2004, cuando Fanning cumplió 11 años, Cruise le obsequió su primer teléfono celular. “¡Estaba tan emocionada!”, confesó en una entrevista con Harper’s BAZAAR el año pasado, junto a su coprotagonista en Ripley, Andrew Scott. Aunque admite que no lo usó mucho —“no tenía a nadie a quien llamar o enviar mensajes de texto en ese momento! Tenía 11 años”—, el gesto la hizo sentir “genial”. Este patrón de generosidad se mantuvo fiel: incluso para su reciente cumpleaños número 30, a principios de este mes, llegó un paquete sorpresa. “Tom me envía un regalo de cumpleaños todos los años, y lo hizo desde ese cumpleaños. El más reciente lo recibí al cumplir los 30. Es muy atento. Realmente, muy agradable”, agregó Fanning, destacando cómo Cruise se ha convertido en una figura constante en su vida adulta.
Esta anécdota no es aislada en el universo de Cruise. La actriz Kirsten Dunst, quien compartió pantalla con él en Entrevista con el vampiro (1994), reveló en 2016 durante The Graham Norton Show que recibe una torta de coco cada Navidad cortesía del actor. “En mi casa lo llamamos pastel ‘Crucero’. Es el mejor pastel de coco que he probado en mi vida”, bromeó Dunst, convirtiéndolo en una tradición familiar. Y Fanning, por su parte, tiene otro regalo legendario en su haber: a los ocho años, Kurt Russell, su compañero en En busca de un sueño (1999), le regaló ¡un caballo entero! “El mejor regalo que jamás recibí… Cuando tenés ocho años y conocés a alguien, no pensás en lo que significa esa persona”, reflexionó con nostalgia.
En un Hollywood lleno de reflectores y contratos, estos gestos simples —zapatos, celulares, tortas o caballos— recuerdan que las verdaderas estrellas son las personas detrás de los personajes. Dakota Fanning, ahora una actriz consolidada con roles en The Great y Ripley, nos regala una lección: el mejor obsequio no es el más caro, sino el que llega con el corazón. ¿Qué nos deparará el próximo cumpleaños? Solo Cruise lo sabe, pero seguro que pisará fuerte.
