Daniel Noboa ganó la segunda vuelta presidencial de Ecuador el 13 de abril de 2025 con un 55,60% de los votos, superando a Luisa González de Revolución Ciudadana (44,40%) por más de un millón de votos, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). Su triunfo, inesperado por su amplio margen, consolida su liderazgo en un contexto de avance de la derecha en América Latina, alineada con referentes como Donald Trump y Nayib Bukele, señala un análisis de CNN del 14 de abril. Eduardo Gamarra, profesor de Florida International University, destaca que Noboa mantiene una plaza clave para la derecha regional, con conexiones con Bukele y Trump, tras una reunión en Mar-a-Lago en marzo de 2025.
Seguridad y dolarización impulsan el respaldo popular
El discurso de Noboa, centrado en combatir la inseguridad y preservar la dolarización, resonó entre los votantes, pese a un aumento de homicidios en 2025 (1.000 en los primeros 45 días). Su “Plan Fénix” de seguridad, que incluye estados de excepción y conflicto armado interno desde 2024, logró una reducción del 15% en homicidios en 2024 (6.962 frente a 8.237 en 2023), según la Policía Nacional. En una entrevista con CNN, Noboa prometió mejorar las cifras de violencia y busca “ayuda real” de EE. UU., como inteligencia y radares, para controlar fronteras con Colombia y Perú, principales productores de cocaína.
Gobernabilidad: el desafío de un Congreso dividido
La gobernabilidad será el principal reto de Noboa, con un Congreso fragmentado donde Revolución Ciudadana, liderada por Rafael Correa, controla una mayoría relativa. Santiago Basabe, de la Universidad San Francisco de Quito, indica que Noboa necesitará alianzas para aprobar leyes, ya que Acción Democrática Nacional (ADN) no logró mayoría en la primera vuelta. Jaime Durán Barba, analista político, considera que Noboa podría negociar con legisladores indígenas, quienes no siguieron a Pachakutik (aliado de González), y formar una mayoría. Sin embargo, la tendencia a gobernar por decretos, inspirada en Trump, podría marcar su gestión, según Gamarra, en un contexto de inseguridad que lleva a los votantes a priorizar orden sobre derechos.
Contexto regional y relaciones internacionales
El triunfo de Noboa refleja un giro hacia la derecha en América Latina, aunque no necesariamente ideológico, según expertos. Pablo Semán, investigador, atribuye este fenómeno a cambios económicos globales, como la irrupción de China, que afectan mercados laborales y generan descontento. Noboa busca fortalecer lazos con EE. UU., incluyendo acuerdos de seguridad y una posible base naval estadounidense, pendiente de reforma constitucional y referendo. Sin embargo, tensiones diplomáticas, como la ruptura con México tras el asalto a su embajada en 2024 para detener a Jorge Glas, y críticas de Claudia Sheinbaum, complican su política exterior.
Factores electorales y perspectivas a futuro
La campaña de Noboa capitalizó la entrega de obras públicas y medidas clientelistas, según Basabe, además de captar votos indecisos. Durán Barba destaca que el correísmo, dominante por 20 años, perdió fuerza, mientras Noboa ganó en provincias indígenas y andinas, rompiendo con el respaldo tradicional a Pachakutik. Su madre, Anabella Azín, asambleísta, podría liderar la Asamblea, fortaleciendo su influencia. No obstante, alertas de las Fuerzas Armadas sobre un supuesto plan para atentar contra Noboa, junto con la polarización y denuncias de fraude de González (sin pruebas), elevan la tensión política. El nuevo mandato, que inicia el 24 de mayo, pondrá a prueba su capacidad para equilibrar seguridad, economía y gobernabilidad en un Ecuador polarizado.
