El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, asistió como invitado de honor a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, que galardonó a la líder opositora venezolana María Corina Machado. Pese a que Machado no pudo estar presente y el premio fue recibido por su hija, Ana Corina Sosa, la presencia de Noboa generó un claro mensaje diplomático. El mandatario ecuatoriano se sentó en la segunda fila, inmediatamente detrás de Edmundo González, la figura que la oposición venezolana y varios países de la comunidad internacional reconocen como presidente electo de Venezuela. Esta ubicación estratégica de Noboa, junto con los presidentes de Argentina, Paraguay y Panamá, subrayó el respaldo de Ecuador y otras naciones de la región a las fuerzas democráticas venezolanas en un escenario de gran relevancia mundial.
La ceremonia sirvió de plataforma para un llamado internacional contra el régimen de Nicolás Maduro. Durante su intervención, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, instó públicamente a Maduro a “aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo”, buscando sentar las bases para una transición pacífica y democrática en Venezuela. La hija de la galardonada, Ana Corina Sosa, pronunció un emotivo discurso en nombre de su madre, en el que afirmó que “la libertad nunca es plena, salvo que se comparta”. La posición de Noboa en este evento reafirma la postura de su gobierno frente a la crisis política venezolana, alineándose con los esfuerzos internacionales que exigen transparencia y democracia.
