Un momento inolvidable se vivió este sábado 27 de septiembre de 2025 durante la Semana de la Moda de Milán, cuando Meryl Streep, caracterizada como la temida Miranda Priestly, se encontró cara a cara con Anna Wintour, la legendaria editora de moda que inspiró su icónico personaje en El diablo viste de Prada. El encuentro, que tuvo lugar en el backstage del desfile de Dolce & Gabbana, desató la emoción de los millones de fans de la película de culto de 2006.
Streep, de 76 años, asistió al evento en el front row junto a Stanley Tucci, quien retomó su papel como Nigel, el leal asistente de Miranda. Ambos, inmersos en sus personajes, cautivaron al público con su presencia, pero el verdadero clímax llegó cuando Streep y Wintour, de 75 años, se fundieron en un cálido abrazo.
La breve pero genuina conversación entre ambas, marcada por sonrisas y complicidad, dejó una imagen imborrable que rápidamente se viralizó.
Este encuentro coincide con el rodaje de la esperada secuela de El diablo viste de Prada, que comenzó en Nueva York en julio de 2025 y ahora se traslada a Milán. La segunda parte, cuyo estreno está previsto para mayo de 2026, reunirá nuevamente a Streep, Tucci y Anne Hathaway, quien volverá como Andy Sachs. Según especulaciones basadas en las novelas de Lauren Weisberger, la trama seguirá a Andy, ahora al frente de su propia revista, enfrentándose a nuevos desafíos que evocarán su pasado en la ficticia Runway.
El cariñoso reencuentro entre Streep y Wintour, quien dejó su puesto en Vogue en julio tras cuatro décadas, no solo celebra la conexión entre la ficción y la realidad, sino que también reaviva la fiebre por una de las películas más queridas del cine contemporáneo. Los fans, expectantes por la secuela, ya anticipan otro capítulo lleno de estilo, drama y nostalgia.
