El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha firmado un contrato valorado en cerca de ciento cuarenta millones de dólares para adquirir su propia flota de aviones. El objetivo es ampliar e intensificar los vuelos de deportación de inmigrantes, según reportó The Washington Post y Univision. Con esta compra, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dejará de depender totalmente de aeronaves chárter operadas por compañías privadas, como CSI Aviation y Avelo Airlines, para llevar a cabo sus misiones de traslado de inmigrantes indocumentados dentro del país y para su posterior deportación a sus países de origen.
La adquisición de aviones propios da a ICE, a través de sus Operaciones Aéreas, mayor control y capacidad de planificación sobre el volumen y la frecuencia de las deportaciones. Hasta el momento, los vuelos han sido realizados por empresas subcontratadas por ICE Air Operations, lo que ha generado críticas por el alto costo que representa para el gobierno. La decisión de adquirir una flota propia subraya el compromiso de la administración con su política de mano dura contra la inmigración, que ha impulsado las expulsiones exprés y los vuelos de deportación a gran escala, incluyendo a terceros países.
