Washington D.C. – En un movimiento sin precedentes, la administración del presidente estadounidense Donald Trump se prepara para aceptar un Boeing 747-8 de superlujo, valorado en más de 400 millones de dólares, como un regalo de la familia real de Qatar. Según fuentes familiarizadas con el acuerdo, citadas por ABC News, el avión está destinado a convertirse en el nuevo Air Force One, reemplazando los actuales Boeing 747-200 que han servido como transporte presidencial durante más de tres décadas.
El anuncio, hecho público el 10 de mayo de 2025, ha generado un intenso debate en Estados Unidos debido a las implicaciones éticas y políticas de aceptar un obsequio de tal magnitud de una nación extranjera. La Casa Blanca, a través de su portavoz, confirmó que el avión será utilizado exclusivamente para fines oficiales, destacando que la donación permitirá al gobierno estadounidense ahorrar miles de millones de dólares en la adquisición de un nuevo avión presidencial. Sin embargo, no se han revelado detalles sobre las condiciones del acuerdo ni las posibles contrapartidas que Qatar podría esperar.
El Boeing 747-8, previamente propiedad de la familia real qatarí, es un avión de 13 años con características de última generación, incluyendo una cabina renovada y tecnología avanzada. Trump, quien ha criticado públicamente los retrasos de Boeing en la entrega de dos nuevos Air Force One, inspeccionó personalmente el avión en febrero de 2025 en el Aeropuerto Internacional de Palm Beach. “Es una obra maestra, mucho mejor que esperar años por algo que no sabemos si funcionará”, afirmó el presidente, según reportes de la Casa Blanca.
La decisión llega en un contexto de tensiones en la producción de los nuevos aviones presidenciales, cuyo costo estimado supera los 5,300 millones de dólares y cuya entrega está programada para 2028, según Boeing. La administración Trump, con el respaldo del Departamento de Eficiencia Gubernamental liderado por Elon Musk, ha presionado para acelerar el proceso y reducir costos, lo que incluye explorar opciones como la compra de aviones usados.
Críticos han señalado que aceptar un regalo de Qatar, un aliado clave pero con intereses estratégicos en la región del Golfo, podría generar conflictos de interés. “Esto plantea preguntas sobre la independencia de la política exterior estadounidense”, afirmó la senadora demócrata Elizabeth Warren en un comunicado. Por su parte, Qatar ha enfatizado que el obsequio es un gesto de buena voluntad para fortalecer las relaciones bilaterales con Estados Unidos, su principal socio militar en la región.
El avión será sometido a modificaciones para cumplir con los estándares de seguridad y comunicación requeridos para el Air Force One, un proceso que podría tomar meses. Mientras tanto, la administración Trump ha asegurado que el actual par de Boeing 747-200 continuará en servicio hasta que el nuevo jet esté listo. Este episodio se suma a las controversiales decisiones de Trump en su segundo mandato, incluyendo políticas migratorias y negociaciones comerciales agresivas, consolidando su estilo de liderazgo disruptivo en la escena global.
