El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó su discurso ante la Asamblea General de la ONU para agradecer a El Salvador por su colaboración en la política migratoria. El mandatario alabó al país centroamericano por “recibir y encarcelar a tantos criminales que entraron a nuestro país”. Trump defendió su política de mano dura contra la inmigración ilegal, afirmando que si alguien entra a Estados Unidos sin autorización, “irá a la cárcel o regresará al lugar de donde vino”.
La estrecha relación entre la Administración de Trump y el gobierno de Nayib Bukele ha sido clave para llevar a cabo estas deportaciones. Documentos judiciales recientes revelaron que Estados Unidos acordó pagar a El Salvador $4.76 millones para que detuviera a más de 200 migrantes deportados, en su mayoría venezolanos. El presupuesto se destinó al apoyo logístico y penitenciario en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), un lugar notorio por las denuncias de abusos contra los derechos humanos.