El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el abrupto fin de todas las negociaciones comerciales con Canadá, revirtiendo un acercamiento reciente, debido a su enojo por una campaña publicitaria canadiense que, según él, lo citaba erróneamente al expresidente Ronald Reagan.
En su red social Truth Social, Trump calificó el anuncio, producido por la provincia de Ontario, como “falso” y acusó a Canadá de “hacer trampa y ser atrapado”. El anuncio, que se difundiría en cadenas estadounidenses, usó una cita de Reagan que advertía que “los aranceles elevados conducen inevitablemente a represalias por parte de otros países y desencadenan feroces guerras comerciales”, un extracto cuya veracidad fue confirmada por la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, aunque la Fundación Ronald Reagan lo tachó de “tergiversación” y “uso fraudulento”.
Respuesta de Canadá
El primer ministro canadiense, Mark Carney, reaccionó al quiebre de las negociaciones sin mencionar directamente a Trump, pero afirmó que las conversaciones bilaterales habían mostrado avances. Antes de su viaje a Asia, Carney declaró: “Estamos listos para retomar ese progreso y construir sobre ese progreso cuando los estadounidenses estén preparados”.
Carney reconoció que los aranceles de Trump han afectado gravemente a Canadá, especialmente en sectores como el acero y el aluminio, y lamentó el giro en las relaciones tan solo dos semanas después de su reunión en la Casa Blanca. Pese al rompimiento, ambos países siguen siendo parte del T-MEC, lo que mantiene cerca del 85% del comercio transfronterizo libre de aranceles.
En un discurso previo al presupuesto federal, Carney había afirmado que Estados Unidos elevó “sus aranceles a niveles que no se veían desde la Gran Depresión”, lo que obliga a Canadá a cambiar drásticamente su estrategia económica.








