El 30 de mayo de 2025, dos personas fueron asesinadas a balazos en el bloque 5 de Bastión Popular, Guayaquil, tras ser obligadas a bajar de sus tricimotos por hombres armados, según El Universo. El ataque ocurrió a las 13:30, a pocas cuadras de donde la noche previa una balacera dejó dos mujeres muertas y ocho heridos en una salsoteca, elevando la alarma en este sector del distrito Pascuales.
Los sicarios, que se movilizaban en una motocicleta, dispararon contra las víctimas, quienes quedaron sin vida en la vía pública. La Policía Nacional acordonó la zona y recolectó indicios balísticos, mientras la Dinased investiga posibles vínculos con disputas entre bandas, como Los Lagartos y Los Tiguerones, que operan en la zona. Cámaras de seguridad de Segura EP son clave para identificar a los responsables.
Este doble crimen se suma a la creciente violencia en Bastión Popular, donde el microtráfico y las extorsiones son recurrentes. El 27 de mayo, tres conductores de tricimotos fueron asesinados en el mismo distrito, presuntamente por no pagar “vacunas”. La Zona 8 (Guayaquil, Durán, Samborondón) registra cientos de muertes violentas en 2025, consolidándola como una de las áreas más peligrosas del país.
Moradores exigen mayor presencia policial y medidas efectivas contra la inseguridad. La cooperativa de tricimotos de la zona enfrenta crecientes amenazas, con conductores suspendiendo operaciones por miedo, como ocurrió en Paraíso de la Flor tras un ataque similar en octubre de 2024. La Policía refuerza operativos, pero la escalada de violencia sigue desafiando a las autoridades.
La comunidad, atemorizada, reclama soluciones urgentes para frenar los sicariatos y proteger a los trabajadores. Mientras las investigaciones avanzan, el temor persiste en Bastión Popular, donde los residentes ven con preocupación cómo los ataques armados se han convertido en una constante en su día a día.
