Dos miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos fueron atacados a tiros cerca de la Casa Blanca en Washington DC este miércoles 26 de noviembre. Los soldados, que habían sido desplegados en la capital desde su estado natal de Virginia Occidental, resultaron heridos de gravedad. Aunque inicialmente se reportó su fallecimiento, el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, rectificó y señaló que existían “informes contradictorios” sobre su condición, por lo que solo actualizaría la información al disponer de datos completos.
El tiroteo ocurrió en la intersección de la calle 17 y la calle I, una zona de alto tránsito muy cercana a la sede presidencial. Un sospechoso fue detenido inmediatamente en el lugar de los hechos. El ataque motivó un amplio operativo de seguridad que incluyó el acordonamiento de varias cuadras y el despliegue de vehículos policiales y equipos de emergencia. El presidente Donald Trump, quien fue informado del incidente mientras se encontraba en Florida, condenó el ataque en redes sociales y aseguró que el “animal que disparó” pagaría un precio muy alto. El Pentágono anunció el despliegue de 500 tropas adicionales de la Guardia Nacional en Washington DC para reforzar la seguridad.








