La propuesta del presidente Daniel Noboa para implementar una estrategia de comunicación unificada, incluida en su plan para el Bloque de Seguridad, busca contrarrestar la desinformación y fortalecer la narrativa oficial en tiempos de crisis en Ecuador. Esta iniciativa surge en un contexto donde actores armados ilegales y campañas de desinformación amenazan la estabilidad, manipulando percepciones públicas a través de redes sociales y medios digitales. Expertos destacan que una voz coordinada reduce contradicciones, mejora el acceso a información oficial y refuerza la credibilidad institucional, tomando como referencia modelos exitosos como el de Arabia Saudita, donde la centralización ha agilizado respuestas institucionales, o el de la OTAN, que integra comunicación estratégica en contextos críticos.
Sin embargo, la propuesta enfrenta desafíos significativos. No se ha definido quién liderará esta estrategia ni si se creará un comité permanente de comunicación de crisis, lo que genera incertidumbre sobre su implementación. La experta en comunicación Carolina Bazante subraya la necesidad de equipos capacitados, procedimientos claros y tecnologías avanzadas para monitorear y contrarrestar narrativas adversas. En Ecuador, donde la desinformación ha proliferado en elecciones pasadas y durante la pandemia, la falta de una estructura formal de comunicación estratégica limita la capacidad de respuesta. La educación ciudadana y la colaboración con medios son clave para prevenir el caos informativo, pero el país aún está en etapas iniciales para desarrollar una comunicación de riesgos robusta, haciendo de esta propuesta un paso crucial pero complejo hacia la confianza y estabilidad.
