El gobierno de Ecuador está en negociaciones con Estados Unidos para un programa limitado que permitiría al país recibir a una cantidad reducida de deportados extranjeros, en un acuerdo que busca fortalecer la cooperación bilateral en seguridad y migración. La canciller Gabriela Sommerfeld ha dejado claro que esta iniciativa se diferencia de otros acuerdos de Estados Unidos en la región, ya que no implicaría la recepción de criminales o personas con antecedentes penales, sino únicamente de refugiados en buen estado de salud, cuyos costos serían cubiertos por el Estado ecuatoriano.
El programa está diseñado para un número limitado de personas, con un estimado de 300 por año, y se enfoca en nacionalidades específicas. La canciller ha insistido en que el acuerdo no representará una carga financiera para el Estado y que es parte de una serie de colaboraciones que se están negociando con Estados Unidos. El anuncio se produce en un contexto en que Ecuador se enfrenta a una crisis migratoria y de inseguridad, por lo que el Gobierno busca soluciones en el ámbito internacional para abordar estos desafíos.
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