La Cancillería de Ecuador confirmó que 93 autoridades internacionales, incluyendo 74 delegaciones extranjeras de alto nivel y 19 representantes de organismos multilaterales, llegarán a Quito entre el 22 y 24 de mayo de 2025 para asistir a la ceremonia de posesión presidencial de Daniel Noboa y María José Pinto como presidente y vicepresidenta para el período 2025-2029. El evento, que se celebrará el 24 de mayo a las 11:00 en la Asamblea Nacional, será el de mayor presencia internacional en una investidura presidencial en la historia del país, destacando la relevancia global de esta transición. Entre los asistentes confirmados están los presidentes de Perú, Dina Boluarte, y de Colombia, Gustavo Petro, cuya presencia marca un reconocimiento al triunfo electoral de Noboa tras tensiones previas con el gobierno colombiano.
La ceremonia comenzará con un tedeum en la Catedral Metropolitana de Quito el viernes 23, seguido de un cóctel en un centro cultural cercano. El sábado, la agenda incluye una visita a la Cima de la Libertad y la sesión solemne en el Palacio Legislativo, donde Noboa pronunciará su primer discurso oficial. La Cancillería, liderada por Gabriela Sommerfeld, ha coordinado reuniones bilaterales con homólogos de Colombia, Bolivia, Corea del Sur, China y la Comunidad Andina, fortaleciendo lazos diplomáticos en áreas como seguridad, comercio y cooperación energética. La presencia de Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de EE. UU., encabezando la delegación estadounidense, resalta el interés de Washington en la reelección de Noboa, aliado clave en la región.
La seguridad será una prioridad, con más de 1.000 policías desplegados en el operativo que comenzará la medianoche del viernes 23, incluyendo cierres viales alrededor del Palacio Legislativo. Solo se permitirá el ingreso con invitación personal, y se prohíben pancartas, armas o cualquier objeto que pueda alterar el evento. La posesión de Noboa, quien a los 35 años se convirtió en el presidente más joven de Ecuador en 2023, marca el inicio de un mandato enfocado en seguridad, empleo y estabilidad económica, tras un primer período de 18 meses interrumpido por la “muerte cruzada” de Guillermo Lasso. Este evento refuerza la posición de Ecuador en el escenario internacional, en un contexto de polarización regional y desafíos como la crisis energética y la inseguridad.