El Ministerio de Salud Pública de Ecuador confirmó, el 28 de abril de 2025, tres nuevos casos de fiebre amarilla en la región amazónica, sumándose al fallecimiento de un paciente la semana previa. Según el ministro Édgar Lama, los contagios, detectados en las provincias de Zamora Chinchipe y Morona Santiago, son de origen local, causados por una cepa identificada en la zona selvática, descartando la hipótesis inicial de casos importados desde países vecinos como Perú o Colombia.
La fiebre amarilla, una enfermedad viral transmitida por mosquitos como el Haemagogus en áreas tropicales, ha encendido las alarmas en Ecuador tras estos casos. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, escalofríos, dolor muscular y náuseas, pero puede evolucionar a una fase grave con ictericia y daño hepático, potencialmente mortal. El Ministerio ha activado protocolos de contención, incluyendo vigilancia epidemiológica, control vectorial y campañas de vacunación en las zonas afectadas. Se asegura que hay suficientes dosis disponibles en 115 centros de salud de la Zona 8, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón.
El fallecido, un hombre de 26 años de Loja, fue el primer caso confirmado este año en Zamora Chinchipe, reportado el 24 de abril. Los tres nuevos pacientes están bajo observación, y no se han identificado más contagios hasta el momento. El ministro Lama enfatizó que no hay un brote, pero instó a la población a vacunarse, especialmente a quienes viajen a la Amazonía o a países con transmisión activa. La vacuna, gratuita y parte del esquema nacional desde los 12 meses de edad, debe aplicarse al menos 10 días antes de viajar a zonas de riesgo.
Las autoridades han intensificado las medidas preventivas ante el aumento regional de casos, con 131 confirmados y 53 muertes en Bolivia, Brasil, Colombia y Perú en 2025, según la Organización Panamericana de la Salud. El cambio climático, que amplía el rango de los mosquitos transmisores, y la baja cobertura de vacunación en áreas rurales son factores que incrementan el riesgo. El Ministerio recomienda evitar picaduras usando repelentes y ropa protectora, y acudir a centros de salud ante síntomas compatibles con la enfermedad.