El Gobierno de Ecuador anunció la incorporación de 979,5 megavatios (MW) de energía firme hasta diciembre de 2025 para garantizar el suministro eléctrico durante el estiaje, según un informe publicado el 16 de junio de 2025. Esta medida, que incluye fuentes termoeléctricas, nucleares y renovables, busca evitar los cortes de luz que afectaron al país en 2024, cuando la sequía redujo la capacidad de las hidroeléctricas. La vocera de Carondelet, Carolina Jaramillo, destacó que el embalse de Mazar opera al 99,75% gracias a una estrategia de recuperación energética.
Sin embargo, expertos como Fernando Salinas e Iván Endara expresan preocupación por la viabilidad de los proyectos. Con un crecimiento anual de la demanda energética del 8%, Ecuador requiere incorporar 400 MW al año, y retrasos en plantas como Salitral o Quevedo podrían generar déficits. Aunque se han contratado 341 MW, incluyendo una barcaza turca de 100 MW, la implementación efectiva antes del estiaje de septiembre de 2025 a marzo de 2026 sigue siendo incierta.
El plan también contempla 67 proyectos privados para añadir 1.400 MW de fuentes hidroeléctricas, eólicas y fotovoltaicas, además de 300 MW de energía nuclear. A largo plazo, el Gobierno proyecta una capacidad instalada de 13.132 MW, apoyada por un potencial hidroeléctrico de 100.000 MW. Sin embargo, la modernización de la red eléctrica y la diversificación de la matriz energética serán clave para evitar una crisis como la de 2024, que dejó a millones sin luz hasta por 14 horas diarias.
