En un giro histórico dentro del proceso judicial por el accidente ocurrido el veintinueve de enero de dos mil veinticinco, el Gobierno de los Estados Unidos admitió formalmente su responsabilidad en el choque aéreo más mortífero en suelo estadounidense de las últimas dos décadas.
🔍 Fallas críticas de la tripulación militar
El documento de doscientas nueve páginas presentado por el Departamento de Justicia detalla las negligencias que llevaron a la colisión:
- Falta de vigilancia: Los tres soldados a bordo del helicóptero del Ejército no mantuvieron la separación visual necesaria con el avión de American Airlines.
- Desvío de ruta: La tripulación militar incumplió las restricciones de altitud y se desvió de su trayectoria establecida, volando sobre el centro del río a una altura prohibida.
- Incumplimiento del deber: El Estado reconoció haber fallado en su deber de cuidado, lo que derivó directamente en la pérdida de sesenta y siete vidas.
⚠️ Advertencias previas ignoradas
La admisión del Gobierno va más allá del error humano de los pilotos, exponiendo fallas sistémicas en la seguridad aérea:
- Antecedentes de peligro: Tanto el Ejército como la Administración Federal de Aviación (FAA) tenían conocimiento de múltiples incidentes previos de “proximidad peligrosa” en las cercanías del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan.
- Omisión de seguridad: A pesar de los informes de riesgo existentes antes del choque fatal, no se tomaron medidas correctivas suficientes para evitar la tragedia.
Un balance devastador
El accidente del vuelo American Eagle cinco mil trescientos cuarenta y dos terminó con la vida de todos sus ocupantes. El abogado de las víctimas, Robert Clifford, calificó el suceso como una pérdida de vidas “innecesaria” y señaló que, aunque otras aerolíneas pudieron contribuir al desenlace, la responsabilidad principal recae en el Ejército y la FAA.
Se espera que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) publique el informe técnico definitivo sobre las causas exactas a inicios del próximo año, lo que podría abrir la puerta a indemnizaciones masivas para las familias de los fallecidos.








