Medios de comunicación en Estados Unidos han revelado que el Gobierno de Donald Trump ejecutó un segundo ataque deliberado sobre la primera embarcación que fue bombardeada en el Caribe con el objetivo específico de eliminar a dos personas que habían sobrevivido al impacto inicial. Según reportes de The Washington Post, que citan a fuentes con conocimiento directo de la operación, después de que el primer misil impactara en el navío y provocara un incendio, los comandantes detectaron a dos tripulantes aferrándose a los restos en el agua. El comandante a cargo de la misión habría ordenado entonces la segunda ofensiva, acatando las órdenes del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, quien instruyó “matar a todos” los presentes en la embarcación, reportó CNN.
La nueva agresión culminó con la muerte de los dos supervivientes y el hundimiento total de la lancha, según confirmaron fuentes familiarizadas con los detalles de la operación a CNN. Este ataque, ocurrido el 2 de septiembre, es considerado el “único caso conocido en el que el ejército mató deliberadamente a supervivientes”. Posteriormente, y ante cuestionamientos de legisladores, funcionarios del Pentágono ofrecieron una versión alternativa, asegurando que el segundo bombardeo se realizó con la intención de hundir el barco y prevenir que se convirtiera en un “peligro para la nación”. El primer ataque fue catalogado por el presidente Trump como una acción contra una pequeña embarcación vinculada al grupo criminal transnacional Tren de Aragua, como parte de un despliegue militar en la región contra el narcotráfico.
