En Estados Unidos, se vislumbra un posible cambio en las normativas aeroportuarias respecto al tamaño de los contenedores de líquidos permitidos en el equipaje de mano. La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, insinuó esta posibilidad, señalando que tiene ‘dudas’ sobre la actual restricción. Este anuncio llega poco después de que el DHS revocara otra norma, vigente por casi dos décadas, que exigía a los viajeros quitarse los zapatos en los controles de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).
Actualmente, la regulación exige que los líquidos en el equipaje de mano no superen las 3,4 onzas (aproximadamente 100 ml) y deben ser guardados en una sola bolsa de plástico resellable de un cuarto de galón. Esta norma fue implementada en septiembre de 2006, luego de que la policía británica desmantelara un complot terrorista para detonar explosivos líquidos en vuelos transatlánticos, buscando aumentar la seguridad aérea.
Noem también abordó la intención de agilizar la experiencia de los viajeros nacionales en los aeropuertos, revelando que el DHS está en conversaciones con ‘varias’ empresas para lograrlo. La funcionaria expresó su deseo de un futuro donde los pasajeros puedan ‘entrar por la puerta con su maleta de mano, pasar por un escáner e ir directo a su vuelo’, asegurando que el sistema de control de seguridad multicapa permite estos cambios sin comprometer la protección de quienes viajan en aerolíneas estadounidenses.