El B-21 Raider, desarrollado por Northrop Grumman, está en pruebas de vuelo en la Base Aérea Edwards, California, con un equipo conjunto de la contratista y la Fuerza Aérea de EE.UU. Este avión de sexta generación, descrito como la “columna vertebral” del poder aéreo estadounidense, es capaz de penetrar defensas robustas para ataques de precisión globales, según el sitio web de Northrop Grumman.
Con arquitectura abierta para actualizaciones de bajo costo, el B-21 puede transportar cargas convencionales y nucleares. El contrato para su desarrollo se adjudicó en octubre de 2015, y el primer prototipo voló en noviembre de 2023. Un segundo avión está en pruebas en 2025, con proyecciones de incorporar 100 unidades a la flota para 2027.
Diseñado inicialmente para operaciones tripuladas y no tripuladas, el B-21 parece centrarse en misiones tripuladas por ahora. Su capacidad nuclear y diseño avanzado lo posicionan como un pilar de disuasión estratégica para la Fuerza Aérea de EE.UU., marcando un hito en la aviación militar moderna.
Las pruebas en curso evalúan su rendimiento y fiabilidad, consolidando al B-21 Raider como el primer avión de sexta generación en surcar los cielos. Su incorporación fortalecerá significativamente la capacidad de EE.UU. para responder a amenazas globales en las próximas décadas.