El Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado la revocación de visas para ciertos estudiantes chinos, una medida que forma parte de una política migratoria más restrictiva y que ha generado preocupación en universidades y organizaciones académicas internacionales. Según informó el Secretario de Estado Marco Rubio, la decisión afectará a jóvenes extranjeros con presuntos vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh) o aquellos que estudian en áreas consideradas críticas por el gobierno estadounidense.
La directriz, comunicada a través de un cable enviado a embajadas y consulados de EE. UU., ordena la suspensión inmediata de nuevas entrevistas de visa para estudiantes internacionales. Esto mientras se desarrollan pautas que incluirán una revisión más exhaustiva del contenido de redes sociales de los solicitantes. Si bien las citas programadas continuarán bajo las directrices actuales, el mensaje oficial advierte que se esperan cambios sustanciales en los próximos días.
Esta acción subraya la creciente tensión entre Estados Unidos y China, particularmente en temas de seguridad nacional y transferencia de tecnología. La medida busca mitigar lo que Washington percibe como riesgos de espionaje o apropiación indebida de propiedad intelectual por parte de Pekín, aunque ha suscitado el debate sobre el impacto en la cooperación académica y la libre circulación de talentos.