Estados Unidos intensificó su cerco marítimo sobre el régimen venezolano con la intercepción y confiscación de un segundo buque petrolero sancionado en aguas cercanas a las costas de Venezuela. Según informaron funcionarios del gobierno norteamericano a la agencia Reuters este sábado 20 de diciembre de 2025, la operación fue ejecutada por la Guardia Costera de Estados Unidos siguiendo protocolos de aplicación de sanciones internacionales. Aunque no se han revelado detalles específicos sobre el nombre de la embarcación o la identidad de su tripulación, esta acción refuerza la política de Washington de interceptar cargamentos ilícitos destinados a financiar a la dictadura de Nicolás Maduro. El operativo se produce apenas una semana después de que el gobierno estadounidense anunciara que continuaría incautando naves de la denominada “flota en la sombra” para elevar el costo económico del transporte de crudo venezolano hacia mercados internacionales.

El impacto de estas medidas de presión ya es evidente en la operatividad de los puertos venezolanos, donde cerca de una docena de petroleros permanecen anclados sin atreverse a cargar suministros por temor a ser los próximos en la lista de confiscaciones. Economistas advierten que la pérdida recurrente de ingresos petroleros, que representan más del noventa por ciento de las exportaciones del país, podría sumergir a Venezuela en una nueva y profunda recesión. Paralelamente, la administración de Donald Trump ha mantenido un despliegue militar en la región del Caribe y el Atlántico, mientras el secretario de Estado, Marco Rubio, reafirma que estas acciones buscan proteger la seguridad nacional de Estados Unidos frente a la cooperación del chavismo con grupos extremistas. Con más de treinta buques bajo sanciones operando actualmente en la zona, la vigilancia estadounidense promete mantenerse estricta para garantizar el cumplimiento de los bloqueos financieros y energéticos impuestos al régimen.








