immy Wayne Carwyle, el hombre de 48 años acusado de acosar a la reconocida actriz Jennifer Aniston y de estrellar su vehículo contra la entrada de su mansión en Bel Air, podría quedar en libertad o ser internado en un hospital psiquiátrico, dependiendo de los resultados de una segunda evaluación mental ordenada por la justicia. Carwyle, originario de Mississippi, fue declarado mentalmente incompetente para enfrentar un juicio penal en una audiencia reciente, pero ha solicitado una nueva revisión psiquiátrica, un derecho que le asiste por ley.
El pasado 5 de mayo, Carwyle protagonizó un incidente que conmocionó a la estrella de Friends. Según la fiscalía, el acusado condujo su Chrysler PT Cruiser y lo estrelló contra la puerta principal de la residencia de Aniston, causando daños sustanciales. La actriz se encontraba en su hogar al momento del suceso, aunque no hubo contacto directo con el acusado, quien fue detenido por un guardia de seguridad y posteriormente arrestado por la policía. Las autoridades han señalado que Carwyle llevaba al menos dos años acosando a Aniston, enviándole mensajes no deseados a través de redes sociales, correos electrónicos y mensajes de voz, e incluso refiriéndose a ella como su esposa en publicaciones en línea.
Durante su comparecencia inicial el 8 de mayo, Carwyle sorprendió al presentarse sin camisa, envuelto únicamente en una manta, lo que levantó dudas sobre su estado mental. El juez Keith L. Schwartz ordenó una evaluación psiquiátrica y emitió una orden de restricción que prohíbe al acusado cualquier contacto con Aniston. En una audiencia posterior, el 22 de mayo, un psiquiatra determinó que Carwyle no está en condiciones de enfrentar un juicio, lo que llevó a la suspensión del proceso penal. Sin embargo, tras la solicitud de una segunda evaluación, la jueza Maria Cavaluzzi fijó una nueva audiencia para el 29 de mayo, donde se decidirá si el acusado es internado en un hospital psiquiátrico o si podría quedar en libertad bajo ciertas condiciones.
El fiscal de distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, ha enfatizado la gravedad del caso, afirmando que “el acoso es un delito que puede escalar rápidamente hasta acciones peligrosas y violentas”. Carwyle enfrenta cargos por acoso grave, vandalismo y amenazas de lesiones corporales, que podrían derivar en una pena de hasta tres años de prisión si es declarado culpable y considerado mentalmente competente. La fianza para su liberación se fijó en 150.000 dólares, pero el acusado permanece bajo custodia.
Jennifer Aniston, por su parte, ha evitado pronunciarse públicamente sobre el caso, aunque fuentes cercanas aseguran que está considerando vender su propiedad en Bel Air debido a la filtración de su dirección por parte de la policía, lo que ha atraído a fanáticos no deseados a su hogar. La actriz ha reforzado su seguridad privada mientras el proceso judicial continúa.
El caso ha reavivado el debate sobre el acoso a celebridades, un problema que, según expertos, puede estar vinculado a trastornos como el enamoramiento patológico, donde los acosadores desarrollan una obsesión intensa y persistente hacia figuras públicas. La resolución de este caso dependerá de los resultados de la próxima evaluación mental, que podría marcar un precedente en el manejo de casos similares en Hollywood.
