En el juicio por el caso Reconstrucción de Manabí, Jorge Glas aseguró que le ofrecieron ser “cooperador eficaz” para cambiar su situación jurídica, y pidió al tribunal no dejarse llevar por “odios personales”. Afirmó que no manejó fondos ni robó un solo dólar, y reclamó que no se le impute un delito sin pruebas: “Si algo no funcionó… no es mi culpa”.
El exvicepresidente también cuestionó a la fiscal general Diana Salazar, señalando que su proceso tiene una carga política, y se autopercibió como “perseguido político” enfrentando una posible condena de trece años de cárcel.
Finalmente, Glas sostuvo que, si la Fiscalía mantiene una acusación como autores del delito de peculado contra él y Bernal, no entiende cómo no están también siendo procesados los demás integrantes del comité; el ministro de Economía de la época, pues fue esa instancia la que gestionó los recursos; los ministros de cada cartera de Estado, que fueron quienes priorizaron las obras; los ministros coordinadores de cada sector, que fueron quienes enviaron al comité la lista de obras priorizadas; los funcionarios contratantes y las empresas contratistas de las obras en las que, a decir de Fiscalía, existe peculado.