A pesar de la grave crisis que enfrenta el sistema de salud en Ecuador, el Gobierno ha descartado la posibilidad de declarar una emergencia sanitaria. El ministro de Salud, Jimmy Martin, ha defendido esta postura argumentando que una declaratoria solo “acelera procesos de compras públicas que pueden derivar en irregularidades” y corrupción. La decisión se mantiene firme a pesar de reportes sobre escasez de medicinas y muertes de neonatos en hospitales, como el de Guayaquil. En lugar de una emergencia, el Gobierno ha creado un Comité Nacional de Salud Pública para coordinar acciones y garantizar la atención.
La postura del Ejecutivo ha generado críticas en la oposición y en la sociedad civil, que denuncian el desabastecimiento de medicinas e insumos en las 24 provincias. Un informe del Observatorio del Gasto Público señaló que el Ministerio de Salud tuvo una de las ejecuciones de inversión más bajas en el primer semestre de 2025. El IESS, por su parte, acusa a algunos grupos de buscar beneficiarse de contratos sin licitación, lo que respalda la decisión del Gobierno de evitar la emergencia.
