Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán y líder de la facción Los Chapitos, se declaró culpable ante una jueza de distrito en Chicago, Illinois, Estados Unidos. El narcotraficante admitió su responsabilidad en cargos graves que incluyen tráfico de narcóticos, blanqueo de capitales y uso de armas de fuego, todos vinculados al Cártel de Sinaloa y su dominio en el tráfico de fentanilo. Guzmán López fue capturado en julio de 2024 junto a Ismael “Mayo” Zambada, cofundador del cartel.

El arresto de ambos cabecillas intensificó los enfrentamientos violentos en Sinaloa entre Los Chapitos y La Mayiza por el control del cartel, una guerra interna que ha causado cerca de 1.200 muertes y 1.400 desapariciones en México. Guzmán López y sus hermanos son señalados por el Departamento del Tesoro de ser los principales responsables de la introducción de fentanilo en Estados Unidos, un proceso que abarca desde la importación de precursores desde China hasta la distribución transnacional de la droga.








