El papa León XIV encabezó este miércoles la última audiencia general del año en el Vaticano, ofreciendo un balance sombrío sobre los acontecimientos que definieron el periodo que termina. Durante su intervención ante miles de fieles, el sumo pontífice señaló que 2025 ha sido un ciclo de profundo dolor para la humanidad, ensombrecido por la persistencia de conflictos armados que han sembrado desolación en diversas regiones del mundo. Con un tono solemne, hizo un llamado urgente a la paz y a la solidaridad internacional, instando a los líderes políticos a priorizar la vida humana sobre los intereses geopolíticos. La audiencia estuvo cargada de simbolismo, al ser el cierre del primer año completo de su pontificado tras los cambios históricos ocurridos en la cúpula de la Iglesia católica durante los meses previos.
Uno de los momentos más emotivos del discurso fue el homenaje al “añorado Francisco”, cuya muerte marcó un hito de luto para el mundo cristiano durante este año. León XIV recordó la sencillez y el compromiso social de su predecesor, asegurando que su legado sigue siendo una brújula moral para enfrentar los desafíos actuales de la fe y la justicia social. El pontífice pidió a los creyentes mantener viva la esperanza a pesar de las adversidades y trabajar activamente en la construcción de un futuro donde la fraternidad reemplace a la violencia. Tras la bendición final, el obispo de Roma saludó a diversos grupos de peregrinos, reafirmando que la misión de la institución será fortalecer la asistencia humanitaria en las zonas más afectadas por la crisis económica y los desastres naturales que golpearon al planeta recientemente.
