La cotización del oro en los mercados internacionales ha alcanzado cifras récord, impactando directamente en la valoración de las reservas fiscales de Ecuador. El Banco Central del Ecuador mantiene una parte significativa de sus activos en oro, lo que ha generado una revalorización contable que fortalece la posición externa del país frente a sus acreedores. Este fenómeno ocurre en un contexto de incertidumbre económica global, donde los inversionistas buscan refugio en metales preciosos para proteger su capital ante la volatilidad de las divisas tradicionales y las tensiones geopolíticas.
El fortalecimiento de estas reservas no implica una disponibilidad inmediata de liquidez monetaria, pero funciona como un respaldo estratégico para mantener la dolarización y mejorar el acceso a créditos externos. Analistas económicos señalan que esta coyuntura favorable permite al gobierno ecuatoriano proyectar una mayor estabilidad en sus cuentas públicas para el cierre del ciclo fiscal. No obstante, la sostenibilidad de este beneficio depende de la estabilidad de los precios del metal en las bolsas internacionales y de una gestión prudente de los pasivos que mantiene el estado con organismos multilaterales.
