El príncipe Harry regresó al Reino Unido con una agenda cargada que culminó en un esperado encuentro con su padre, el rey Carlos III, el pasado 10 de septiembre de 2025 en Clarence House, Londres. Este reencuentro, el primero en 19 meses, duró 54 minutos y fue descrito por la prensa como una “cumbre de paz”. En una entrevista con The Guardian durante una misión humanitaria en Ucrania, Harry expresó optimismo sobre su relación con su padre, afirmando: “Tengo la conciencia tranquila”. Su objetivo es visitar el Reino Unido con mayor frecuencia, incluso con sus hijos, Archie y Lilibet, quienes no han visto a su abuelo desde 2022.
El duque de Sussex viajó a Kiev invitado por el gobierno ucraniano para apoyar a veteranos heridos, en línea con su compromiso de larga data con los Juegos Invictus, fundados en 2014. Durante su estancia, visitó el Museo Nacional de Historia de Ucrania y se reunió con la primera ministra Yulia Svyrydenko, destacando la importancia de “humanizar a las víctimas” del conflicto. Harry aseguró haber coordinado con su esposa, Meghan Markle, y el gobierno británico para garantizar la seguridad del viaje, el primero que realiza a Ucrania.
Aunque no reveló detalles de su conversación con el rey, Harry indicó que los puentes con su familia están tendidos, priorizando ahora su relación con su padre, quien enfrenta un tratamiento contra el cáncer. Este cambio de enfoque implica dejar de lado, al menos temporalmente, su batalla legal contra el Ministerio del Interior británico por la retirada de su protección policial, tras perder un recurso en abril de 2025. Sin embargo, mantiene su lucha contra los tabloides, con un juicio pendiente contra Associated Newspapers junto a figuras como Elton John, programado para enero de 2026.
Harry defendió su decisión de hacer pública su verdad, inspirado por el consejo de Meghan de “mantenerse pegado a la verdad”. “No es venganza, es rendición de cuentas”, afirmó, negando arrepentimientos pero reconociendo el estrés causado por los litigios y las tensiones familiares. A pesar de su felicidad en California junto a Meghan y sus hijos, admitió que los últimos cuatro años han sido desafiantes. Su reciente visita al Reino Unido, que incluyó actos benéficos como una donación de 1.1 millones de libras a BBC Children in Need y un homenaje a su abuela, la reina Isabel II, en el tercer aniversario de su fallecimiento, refleja su deseo de reconectar con su país y sus causas.
Con un tono más conciliador, Harry busca mejorar su imagen pública en el Reino Unido, donde percibe un creciente apoyo popular. “Siempre querré a mi país”, aseguró, destacando la importancia de volver a conectar con las personas y proyectos que lo apasionan, mientras mantiene su compromiso con su vida familiar en Montecito.
