La marcha “por la paz y la justicia” en Guayaquil no solo fue una muestra de apoyo al presidente Daniel Noboa, sino también un reflejo de la opinión ciudadana sobre sus políticas de seguridad. En testimonios recogidos por el diario El Universo, uno de los asistentes, Esteban Rivera, un hombre de 67 años de Daule, afirmó que Noboa es el “único que se ha amarrado los pantalones” y que la seguridad ha mejorado notablemente. Rivera, quien también asistió a la marcha de Quito en agosto, considera que las medidas del gobierno han evitado una situación “terrible” en el país.
Alexandra Carranza, comerciante de Milagro, también acudió a la movilización y notó que en su cantón, la inseguridad es similar a la de Guayaquil, pero cree que está mejor controlada. Al igual que Rivera, ella y su grupo de amigos vinieron de otros cantones de Guayas para apoyar al presidente.
Por su parte, Kerly Vargas, de Sauces, Guayaquil, expresó su apoyo al Plan Fénix, asegurando que está “funcionando” a pesar de las quejas de algunas personas. Vargas considera que hay que darle más tiempo al Ejecutivo para que siga con su plan, ya que los ecuatorianos están “cansados de tanta delincuencia” y eligieron a Noboa para ver un cambio real en el país.
