Según una investigación de la Universidad de Harvard, el secreto para una vida más larga y saludable podría estar en un hábito sencillo: el ayuno intermitente. La tendencia, que se ha vuelto popular entre quienes buscan optimizar su bienestar, sugiere que comer en un período determinado de tiempo, y ayunar durante el resto del día, podría tener grandes beneficios para la salud metabólica y el envejecimiento biológico.
La propuesta, respaldada por evidencias científicas, defiende que un ayuno de 16 a 18 horas diarias podría ser suficiente para frenar el envejecimiento biológico y mejorar la salud. El artículo, que no se presenta como una solución única, destaca que la clave es la flexibilidad, y que cada persona puede adaptar su horario de comidas a sus necesidades y objetivos personales. La investigación subraya la importancia de la nutrición en la salud a largo plazo y la necesidad de adoptar hábitos sostenibles.
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