Cada 4 de mayo, el fútbol italiano se detiene para rendir homenaje a uno de los capítulos más tristes y conmovedores de su historia: la tragedia aérea de Superga. En 1949, el avión que transportaba al legendario equipo del Torino, conocido como Il Grande Torino, se estrelló contra la Basílica de Superga, cerca de Turín. Murieron todos los pasajeros a bordo, incluidos 18 futbolistas que conformaban la base de la selección italiana y el mejor equipo del país en ese momento.
Este 2025 se cumplieron 75 años de aquella tragedia, y como dicta la tradición, el capitán del Torino, el colombiano Duván Zapata, leyó los nombres de los jugadores fallecidos frente a la tumba conmemorativa, acompañado por sus compañeros de equipo, directivos, cuerpo técnico, autoridades locales y una multitud de hinchas. Un acto cargado de respeto, emoción y memoria.
El recuerdo de Il Grande Torino no es solo una herida abierta para el club, sino un símbolo eterno del espíritu del fútbol italiano. Con cinco títulos consecutivos en la Serie A entre 1943 y 1949, aquel equipo representaba la excelencia futbolística de una época. La tragedia, ocurrida cuando regresaban de un amistoso en Lisboa, cambió para siempre la historia del fútbol en el país.
“Es un honor y una responsabilidad portar esta camiseta. Hoy más que nunca sentimos la presencia de quienes la hicieron grande”, dijo Zapata tras el acto, con la voz quebrada por la emoción.
El homenaje en Superga es más que una ceremonia: es un lazo inquebrantable entre el presente y un pasado glorioso que jamás será olvidado.
