En 1996, Diana de Gales marcó un hito en la moda al lucir un slip dress de seda azul noche con encaje negro, diseñado por John Galliano para Dior, en la MET Gala de Nueva York.

Este vestido, que acompañó con una chaqueta de seda, pendientes de zafiro y su icónico choker de perlas, no solo definió una era, sino que simbolizó su independencia tras su divorcio. Casi tres décadas después, en el verano de 2025, el vestido lencero regresa con fuerza, conquistando pasarelas y calles de la mano de firmas como Chloé, Saint Laurent y Zara.

Originalmente inspirado en la lencería, con su corte al bies, tirantes finos y encaje sugerente, el slip dress se consolidó en los 90 como emblema del minimalismo y la elegancia effortless, llevado por íconos como Kate Moss. Hoy, en 2025, este diseño resurge en versiones mini, midi y maxi, con tejidos satinados y detalles de encaje, adaptándose tanto a looks casuales como sofisticados. Marcas como Chloé apuestan por modelos con estampados, mientras Zara ofrece un vestido lencero con encaje por 79,95 euros y Massimo Dutti presenta una versión larga satinata por 89,95 euros.

El slip dress se adapta a múltiples estilos: el mini combina con zapatillas blancas o botas cowboy para un look diurno, mientras que el midi o maxi, en tonos como azul o marrón chocolate, es ideal para eventos nocturnos con americanas oversize o tacones kitten.

El legado de Diana, cuyo vestido de Dior sigue siendo un símbolo de empoderamiento, continúa inspirando a diseñadores y figuras como Kate Middleton, quien en 2025 luce piezas de Dior que homenajean a Lady Di.
