El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, está desarrollando una base de datos masiva para acelerar las deportaciones de inmigrantes en Estados Unidos, según fuentes citadas por CNN el 28 de abril de 2025. El sistema integra información sensible de múltiples agencias federales, incluyendo datos personales, biométricos y de geolocalización, con el objetivo de identificar y expulsar rápidamente a migrantes, especialmente aquellos considerados vinculados a actividades criminales. La iniciativa ha desatado preocupaciones sobre violaciones a la privacidad y los derechos humanos.
La base de datos, gestionada por asesores de DOGE, tiene acceso al Sistema de Tribunales y Apelaciones de la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Casos de Inmigración, que contiene detalles como nombres, domicilios, antecedentes y testimonios judiciales. Esta autorización, reportada por The Washington Post, permite al equipo de Musk manejar información de millones de inmigrantes, tanto legales como indocumentados. Organizaciones defensoras de migrantes, como la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, han alertado sobre el riesgo de detenciones arbitrarias y deportaciones injustas, especialmente tras casos como el de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por error pese a tener permisos legales.
El proyecto se enmarca en la política migratoria del presidente Donald Trump, quien ha promovido deportaciones masivas, incluyendo el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar a presuntos miembros de bandas como el Tren de Aragua sin procesos judiciales. Aunque un juez federal suspendió parcialmente estas acciones, 137 inmigrantes ya fueron deportados a El Salvador. La Casa Blanca negó desobedecer la orden judicial, argumentando que las expulsiones ocurrieron antes de la decisión. Críticos advierten que la base de datos podría facilitar abusos, mientras Musk y Trump defienden la medida como necesaria para la seguridad nacional.
La controversia se intensifica por el contraste con otras iniciativas de DOGE, como las “visas doradas” para millonarios, que agilizan la ciudadanía para inversionistas ricos en semanas, mientras los migrantes comunes enfrentan procesos de años. La justicia ha exigido mayor transparencia sobre el uso de los datos, y varios jueces federales han cuestionado la autoridad de Musk en DOGE. A pesar de las críticas, Musk, quien planea reducir su rol en el departamento en mayo para enfocarse en Tesla, sigue siendo una figura central en las políticas de Trump, generando debates sobre el poder de los magnates tecnológicos en el gobierno.