El 1 de mayo de 2025, Robyn Denholm, presidenta de la junta directiva de Tesla, negó categóricamente los rumores sobre una supuesta búsqueda de un nuevo director ejecutivo para reemplazar a Elon Musk. En respuesta a un artículo del Wall Street Journal que sugería que la compañía había contactado a firmas de reclutamiento, Denholm afirmó en la red social X que la información era “totalmente falsa” y que Musk sigue siendo el CEO con el pleno respaldo de la junta para ejecutar el plan de crecimiento de Tesla.
Los rumores surgieron tras una caída del 71% en los beneficios netos de Tesla en el primer trimestre de 2025, que alcanzaron $409 millones, y una reducción del 20% en los ingresos, afectados por la competencia asiática y protestas contra Musk por su rol político como asesor de Donald Trump en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). A pesar de estos desafíos, Musk anunció el 22 de abril que reducirá su tiempo en DOGE para enfocarse en Tesla, una decisión que Trump calificó como esperada, señalando que su rol era temporal.
Tesla enfrenta presiones por una disminución en su cuota de mercado y boicots en varios países, vinculados a la cercanía de Musk con Trump. Sin embargo, la empresa planea lanzar vehículos autónomos y robots humanoides Optimus en 2025, con Musk confiando en un “punto de inflexión” para la compañía. La declaración de Denholm busca apaciguar a los inversionistas y reafirmar la estabilidad del liderazgo, mientras Tesla navega un entorno económico y político complejo.