La eliminación del subsidio al diésel por parte del Gobierno de Daniel Noboa ya se siente en el bolsillo de los ciudadanos. Las empresas que movilizan pasajeros en furgonetas en Guayaquil han empezado a modificar sus precios, con aumentos de hasta 1,50 dólares en los pasajes a Machala y Cuenca. La medida, que se produce a pesar de las promesas del Gobierno de que el alza no afectaría a la población, ha generado un gran malestar entre los usuarios.
El Gobierno ha ofrecido compensaciones a los transportistas como una de las ocho medidas para apoyar al sector. Sin embargo, los usuarios creen que el Gobierno también debería regular el alza de las tarifas de transporte y que las furgonetas y minibuses deberían ser incluidos en el programa de compensación. La medida del Gobierno, que busca ahorrar 1.100 millones de dólares anuales, ha provocado un gran debate entre la población.