La noche del 17 de mayo de 2025, un violento asesinato al estilo sicariato conmocionó el exclusivo sector de Puerto Santa Ana, en el norte de Guayaquil. La víctima, identificada como Jonathan Damián Terán Bohórquez, de 41 años, fue interceptada y baleada mientras conducía un vehículo de alta gama acompañado de una menor de edad, quien resultó herida en el ataque. El hecho, ocurrido en un callejón sin salida, dejó un saldo de 19 vainas percutidas y evidencias que apuntan a un crimen planificado, según la Policía Nacional.
Terán Bohórquez, con un historial delictivo que incluye hurto (2020), tentativa de asesinato, robo, abuso de armas de fuego (2016) y tenencia de armas no autorizadas (2009), recibió múltiples disparos en la cabeza y el tórax. Intentó escapar del vehículo, pero falleció arrodillado junto a la puerta del conductor. En la escena, los agentes encontraron un arma Glock serie AXK026, $3.393,50 en efectivo, tres balas deformadas y las mencionadas vainas de 9 mm, lo que sugiere un ataque ejecutado con precisión. La menor, considerada una víctima colateral, fue trasladada para recibir atención médica.
El fiscal de turno, Nelson Vela, ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Departamento de Medicina Legal para la necropsia. La mañana del 18 de mayo, agentes de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) y Criminalística revisaron cámaras públicas y privadas en el sector para recolectar más pistas sobre los responsables. Aunque no se ha establecido el móvil exacto, las autoridades no descartan que el crimen esté ligado a los antecedentes penales de la víctima o a posibles ajustes de cuentas.
Puerto Santa Ana, parte del distrito Modelo, ha registrado un aumento de violencia en los últimos años. Hasta el primer trimestre de 2025, la zona acumulaba 17 muertes violentas, una reducción frente a las 70 de 2024 y las 80 de 2023, pero aún reflejo de los desafíos de seguridad en Guayaquil. La Policía Nacional intensificará los operativos en el área para prevenir nuevos incidentes y capturar a los responsables de este sicariato.
Este caso subraya la persistente amenaza del crimen organizado en sectores clave de la ciudad, donde la presencia de armas, dinero en efectivo y vehículos de lujo a menudo se entrelaza con actividades ilícitas. Las investigaciones continúan para esclarecer las circunstancias del asesinato y garantizar justicia para las víctimas.
