Oriente Medio – La madrugada de este martes ha sido testigo de una drástica escalada de tensión en Oriente Medio, con Israel e Irán inmersos en una serie de ataques cruzados que mantienen a la región al borde del abismo. Explosiones resonaron en ciudades israelíes como Tel Aviv y Jerusalén, producto de misiles lanzados desde territorio iraní, generando pánico entre la población.
Los sistemas de defensa israelíes lograron interceptar varios de estos proyectiles. En una rápida respuesta, las fuerzas armadas israelíes llevaron a cabo una extensa ofensiva contra objetivos militares en el occidente de Irán, focalizándose en depósitos de misiles y almacenes de drones. Estos ataques se producen en un contexto de creciente preocupación internacional.
Las reacciones globales no se han hecho esperar. Los líderes del G7 han emitido un llamado urgente a la desescalada, si bien han reafirmado el derecho de Israel a su autodefensa. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inicialmente solicitó la evacuación de Teherán, para luego aclarar que su objetivo es un fin decisivo al conflicto, no un alto al fuego.
El reporte en vivo detalla incidentes como un misil iraní impactando un autobús vacío en Tel Aviv, la interceptación de drones iraníes por la Fuerza Aérea israelí y nuevos reportes de alertas y lanzamientos de misiles. La situación se agrava con la confirmación de la muerte de Ali Shadmani, un alto oficial militar iraní, en un ataque israelí. Países como Corea del Sur e India han emitido advertencias a sus ciudadanos, instándolos a abandonar Irán o a extremar precauciones en Israel, mientras el mundo observa con inquietud el desarrollo de este peligroso enfrentamiento.