La Guardia Civil de España investiga un robo de cable de cobre en cuatro puntos de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, ocurrido el 4 de mayo de 2025, que afectó a más de 10,700 pasajeros y 30 trenes, según Renfe. El ministro de Transportes, Óscar Puente, calificó el acto como un “sabotaje grave” por su impacto en los sistemas de señalización, causando retrasos de hasta siete horas y detenciones en plena operación retorno del puente de mayo. La circulación se restableció el 5 de mayo, pero la normalidad tardará en recuperarse.
El robo, detectado entre los municipios toledanos de Los Yébenes y Manzaneque, en puntos kilométricos específicos dentro de un radio de 10 km, fue agravado por un tren de Iryo que dañó la catenaria, según el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia. La ausencia de cámaras en las zonas afectadas y la simultaneidad de los robos sugieren premeditación, aunque fuentes policiales no descartan que ladrones comunes usen tácticas similares. La investigación, apoyada por la Policía Nacional y Adif, busca identificar a los responsables de este delito, cuya incidencia ha crecido, con 4,433 robos de cobre en 2024 frente a 2,365 en 2021.
El caos generó aglomeraciones en las estaciones de Atocha y Santa Justa, con quejas por falta de información y más de 700 pasajeros sin alojamiento tras cancelaciones. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el PP criticaron la “falta de seguridad” en la infraestructura, exigiendo auditorías y la comparecencia de Puente, mientras el PSOE defendió al ministro. El valor del cable robado, estimado en 1,000 euros, contrasta con su impacto, alimentando la tesis de sabotaje. Este incidente, en un contexto de creciente demanda de cobre, resalta la vulnerabilidad de las redes ferroviarias.