Las autoridades españolas investigan tres posibles causas del apagón masivo que el 28 de abril de 2025 dejó sin electricidad a gran parte de la Península Ibérica, afectando a España, Portugal y el sur de Francia. La Red Eléctrica Española (REE) reportó una pérdida del 60% de la generación eléctrica en cinco segundos, un evento sin precedentes que paralizó transportes, telecomunicaciones y servicios esenciales. Las hipótesis principales incluyen un ciberataque, un fallo técnico en la red y un fenómeno atmosférico inusual.
El Centro Criptológico Nacional y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) analizan la posibilidad de un ciberataque, aunque la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, señaló que no hay indicios de un acto provocado. Precedentes como los ataques en Ucrania (2015-2016) alimentan esta hipótesis, pero expertos advierten que coordinar un sabotaje de esta magnitud es complejo. Por su parte, la Agencia Española de Meteorología (Aemet) descartó fenómenos climáticos anómalos, desmintiendo la teoría de vibraciones atmosféricas sugerida por el operador portugués REN.
La tercera hipótesis apunta a un fallo técnico, posiblemente por un desequilibrio entre oferta y demanda, agravado por la desconexión de plantas solares en el suroeste español. REE indicó que la recuperación tomó entre seis y diez horas, apoyada por interconexiones con Francia y Marruecos. El presidente Pedro Sánchez anunció una investigación exhaustiva, mientras la Comisión Europea elaborará un informe independiente. El apagón, que causó cinco muertes indirectas, expuso la vulnerabilidad del sistema eléctrico y la necesidad de modernizar infraestructuras críticas.
